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Publicación auspiciada por Swissaid

Experiencias locales

Los faros agroecológicos: una propuesta integradora de la cultura afrocolombiana(1)

Astrid Álvarez, Colombia, Mayo 22 de 2009, Este artículo ha sido consultado 4468 veces

La región conocida como Chocó Biogeográfico es un corredor de 1.300 Km. de longitud y 78.618 km2 que equivale al 7,17 % del territorio de Colombia(2). El 80 % de éste territorio está cubierto de selvas en diferentes estados de intervención y de ellas, más de la mitad se encuentran en un adecuado estado de conservación, especialmente en territorios de las comunidades indígenas y afrocolombianas. La principal concentración de poblaciones afrocolombianos en Colombia se encuentra en el Pacífico representando el 82.7 % del total de la población de esta región (991.6000 habitantes)(3), 12,3 % comunidades indígenas y aproximadamente 5 % mestizos provenientes del interior del país.

De acuerdo al INCODER, la población negra cuenta con 149 títulos colectivos sobre un área cercana a los 5.2 millones de hectáreas y 135 resguardos indígenas en un área cercana a los 1.6 millones de hectáreas. Aún hay pendientes 27 solicitudes de titulación colectiva por parte de las comunidades negras y hay también 8 parques nacionales naturales. Esta región con la extraordinaria riqueza de la oferta natural, es una de las regiones con menor calidad de vida en Colombia, problema que se acentúa año tras año y que tiene que ver con la baja cobertura en salud y educación, la elevada dependencia de la economía extractiva del oro, el platino, la madera y la pesca principalmente.

En la actualidad la población de bastas zonas de la región del Pacífico se ve abocada a  una situación de crisis alimentaria como consecuencia de diferentes factores, dentro de los cuales cabe mencionar: 

• El agotamiento de la base natural que se acentúa por los planes de desarrollo centralistas, excluyentes y extractivistas, que no son coherentes con los planes de vida de las comunidades indígenas y los planes de manejo de los territorios colectivos de las comunidades negras.

• Apertura económica en los 90s, que promovió la entrada de productos de la canasta básica familiar y agrícolas originarios de Ecuador a muy bajos precios, dificultando la producción local. 

• La violencia que  aleja a la gente del campo.

• El acceso restringido a territorios ancestrales, como resultado de la prohibición de parte de actores armados legales e ilegales de llegar a estos lugares.

• Expropiación ilegal de tierras

• Demora en otorgar títulos colectivos.

• La proliferación de cultivos de coca y las fumigaciones por parte del Estado a cultivos ilícitos y lícitos de las comunidades, disminuyen la producción agrícola.

• Desestímulo de siembra del pancoger debido a obtención de recursos económicos de manera relativamente fácil, como por ejemplo la “pesca blanca ”(4). 

 

Algunos efectos de  lo mencionado anteriormente, son:

• Encarecimiento de la canasta familiar y dependencia de los alimentos foráneos
• Escasez de alimentos, hambre, perdida de autoconsumo y pérdida de la cultura alimentaria
• Desplazamiento a las zonas urbanas
• Cambio en patrones culturales como no poder realizar actividades nocturnas de cacería.
• Abandono de técnicas tradicionales de producción,  los jóvenes no quieren ir al monte
• Perdida de semillas locales más resistentes.

Debido a la crisis alimentaria que se ha ido agudizando en los últimos años, varias comunidades afro colombianas adoptaron la propuesta de los faros agroecológico como respuesta a la adversa situación alimentaria. Las Comunidades negras de Tribugá en Nuquí, Cajambre, Llano Bajo y Malaguita, Cuellar y Cabeceras en el Bajo San Juan, Bahía Cupica, han alcanzado logros muy importantes relacionados con los faros; la experiencia se inició en el año 2001 en el concejo comunitario de Cajambre y se fue extendiendo a las demás comunidades antes mencionadas.

 

¿Qué son los faros agroecológicos?

“La denominación faros, sienta un presente cultural de lo litoral, del orientador en la navegación, de guía; esta expresión de faros agroecológicos, significa que los principios de la ecología deben guiar la producción teniendo como base la cultura de los afro descendientes, las relaciones sociales de producción y los aspectos etnoagrícolas".

Es fundamental la intervención del conocimiento tradicional en las practicas productivas, en la cacería, la pesca, el corte de madera, la preparación de los montes cultivados y  de  sus cuidanderos; la cura  de animales y del control de insectos y aves plagas en los cultivos, todo un conocimiento afro alrededor de las practicas productivas, considerado por algunos retrogrado y arcaico, pero que la agro ecología recoge como un saber válido y le da su aplicación de manera concertada con otros saberes experimentales producido por otra forma de saber. Por lo anterior los faros rescatan el saber ancestral y los valores culturales de los afrodescendientes”(5).

En términos más concretos el faro agroecológico “consiste en poner a disposición de las Unidades Familiares Productivas –UFP, tecnologías de fácil apropiación, con perfil sostenible, para ser aplicadas por las comunidades, a partir de la interacción de las tecnologías tradicionales de alta eficiencia y los adelantos científicos de utilización práctica; para garantizar eficiencia productiva, elevando el actual coeficiente de producción por superficie por unidad familiar en el tiempo y lograr sistemas de protección de los suelos, de los cuerpos de agua, de sus valores culturales y de los agroecosistemas”.(6)

 

Los principios orientadores

1. Los faros agroecológicos tienen una luz propia: la cultura y el conocimiento tradicional de las comunidades. Esa luz es controlada y manejada por los hombres y mujeres que valoran y entienden la importancia del territorio y los recursos propios y sobre todo se deciden a aprender y a enseñar.

2. Los faros agroecológicos tienen un maestro que los enciende y pone a funcionar y otros que aprenden para ir a su vez enseñando a otros. En las comunidades negras de Cajambre, Cupica, Llano Bajo y San Juan, son muchos maestros y maestras que sirven de faros para orientar a las nuevas generaciones y para dar fuerza a los logros y aprendizajes de la comunidad.

3. El Faro es también una escuela de organización comunitaria. Es decir, para arrancar a hacer los faros agroecológicos es necesario tomar la decisión de trabajar juntos, de hacer las cosas tomando como norte la cultura, respetando el trabajo de los hombres y mujeres mayores y compartiendo de manera equitativa los beneficios. El faro es una manera consciente y efectiva para contribuir al fortalecimiento de los consejos comunitarios y sobre todo, hace posible que el territorio tenga un uso y manejo de acuerdo a las condiciones de la selva.

4. En el Pacífico no se puede hacer la agricultura convencional de afuera, de los sistemas andinos, ni los agroindustriales de tierras cálidas. No se puede “desnudar”  el suelo, ni romperlo, ni volverlo  dependiente de productos químicos.  En el Pacífico la mayor parte de la fertilidad de los suelos está en la hojarasca, en el manejo del monte biche, en la manera como se protege, la selva es también parte de los sistemas tradicionales. Los productos químicos como los fertilizantes y los herbicidas no son la solución para que los faros funcionen a largo plazo; son costosos, difíciles de traer a la región y pierden rápidamente su efectividad.

5. Las semillas y las razas de animales  criollas, son las bases fundamentales de los faros. Están adaptadas a las condiciones del clima y de la cultura del Pacífico.

 

Los  principales objetivos de los faros agroecológicos son:

• Recuperar semillas,  animales criollos y conocimientos, relacionados con el autoabastecimiento alimentario de las familias afrocolombianas.
• Incrementar la disponibilidad de alimentos sanos y suficientes y romper la dependencia de alimentos de afuera.
• Valorar el saber de los mayores y los conocimientos de hombres y mujeres producto de su interrelación cotidiana con el entorno e identificar las  lecciones aprendidas.

Los faros integran los diferentes espacios de producción y/o recolección de las comunidades afrocolombianas en los cuales se aplican técnicas de producción agroecológica para mejorar la productividad y los procesos de extracción. Los diferentes espacios son muchos y variados en los que se incluyen el monte bravo, monte alzado, monte biche, las fincas, patios y azoteas, las playas, mar y río(7).

 

Caracterización de los espacios

 Espacio

 Características

 Monte Bravo

 Selva primaria

 Monte Alzado 

 Selva en regeneración hacia un tipo de estructura que se acerca a la original, es decir de las selvas primarias o montes bravos.

 Monte Biche 

 Selvas en barbecho que se ubican en zonas donde más adelante, en el tiempo, se renovarán los cultivos agrícolas

 Las Fincas 

 Espacios donde las familias producen y cosechas los productos básicos de subsistencia, se originan a partir de cualquiera de los anteriores montes

 Las playas 

 Se cultivan productos como el coco, símbolo de apropiación territorial por los nativos. Dentro de esta unidad, se distinguen las zonas de bajos que sirven como despensa de proteína animal, donde se aprovechan conchas y moluscos

 Patios y azoteas 

 En los patios –área peri domiciliaria a la vivienda- se crían especies menores (gallinas, cerdos, patos), hortalizas, plantas condimentarías y medicinales que se cultivan en azoteas, que son construcciones levantadas a metro y medio del piso para protegerlas de la excesiva humedad y de los animales.

 El mar 

 Comprende la zona desde la bajamar hasta donde las comunidades hacen uso de sostenible de sus productos, esta área se estima en 8 millas náuticas: en este espacio se lleva a cabo actividades de recolección de conchas, pesca artesanal, avistamiento de fauna, entre otras.

 El río 

 En este espacio se practica pesca artesanal

Fuente: adaptado por Astrid Álvarez de Plan de ordenación y manejo forestal de los territorios colectivos del consejo comunitario Los Riscales p 9


En la propuesta de Faros  el énfasis del trabajo se ha centrado en tres espacios de producción, el monte biche, las fincas y las azoteas. El trabajo en las fincas se ha realizado a través de la implementación de nuevas técnicas de producción para mejorar la productividad de especies como el plátano, achín, yuca, maíz, arroz y caña por medio del abonamiento orgánico, la producción de compost y lombricompuesto,  prácticas de manejo integrado de plagas y prácticas de manejo de los cultivos,  en otras. En  las musáceas (plátano, banano, pelipita, chopos y otros) se ha puesto un énfasis  especial por ser una fuente importante de alimentos principalmente para las comunidades del Pacífico norte; para este cultivo se les ha incorporando técnicas como: selección de semillas y elaboración e semilleros de plátano, tratamiento y desinfectación de las semillas, abonamiento orgánico, prácticas culturales de deshije, desguasque y deshoje, caciqueo, manejo de distancias de siembra, trampas para atrapar insectos plagas como el gusano tornillo. Estas prácticas en conjunto mejoran la productividad del plátano.A cada una de las especies mencionadas anteriormente se les ha dado un tratamiento similar, teniendo  en cuenta las diferencias y se ha incorporado también el trigo amazónico para alimentación de las especies menores.  

En los consejos comunitarios de Cuellar, Malaguita y Cabecera en el  Bajo San Juan Municipio de Buenaventura se están trabajando veinte faros. En el concejo comunitario de Bahía Cupica - Choco se trabajaron treinta y un faros y actualmente como resultado de este trabajo se conformó una Asociación de Mujeres de Cupica para implementar otras propuestas productivas, dicha asociación está conformada por 21 mujeres.    En los consejos comunitarios de Jurubidá, Panguí y Tribugá en el Municipio de Nuquí, Chocó se están implementando actualmente sesenta  faros. En el  consejo comunitario de Cajambre Municipio de Buenaventura se implementaron faros con 31 familias; las comunidades de Silva, Guayabal, Pital, Punta Bonita, Fragua y Barco y el Consejo de Llano Bajo en el Río Anchicayá – Buenaventura implementaron quince faros.

 

Especies vegetales cultivadas en las fincas

 Musáceas

 Platano, popocho, primitivo, banano, pelipita

 Frutales

 Caimito, mango, marañón, cacao, papaya, lulo, chontaduro, coco, aguacate, limón, naranja, arbol del pan, piña, borojo

 Otras especies 

 Ñame, yuca, rascadera, achin, maíz, trigo amazónico

Fuente: registro de faros, archivos Swissaid 2006

El monte biche se constituye de las parcelas de la finca que se dejan descansar para sembrarla nuevamente en el futuro. Se deja descansar cuando el plátano ya no resiste mas manejo y se ha agotado la poca fertilidad del suelo. La parcela se convierte en un rastrojo o barbecho y luego en un monte biche.  A este espacio se le están incorporando especies forestales y frutales para que en el futuro sea un espacio de producción que aporte a la seguridad alimentaria y a la generación de ingresos. En veinte faros del Bajo San Juan se sembraron árboles de roble, cedro, chontaduro y chirimoya. En Bahía Cupica se tiene una parcela agroforestal en la localidad Cacique de propiedad de catorce (14) mujeres. En las comunidades del Tribugá, Panguí, y Jurubidá, se cuenta con viveros de forestales y frutales ya establecidos para incorporarlos en el mismo momento que se siembre el plátano en las fincas, todo esto con el fin de que en el futuro sean montes biches enriquecidos.

El patio y las azoteas es un espacio fundamental para la seguridad alimentaria puesto que proveen de proteína animal, verduras, condimentos y plantas medicinales a la familia afrocolombiana. Estos espacios productivos no funcionan adecuadamente sino están interrelacionados con la finca y con el monte biche, pues estos entregan productos como  maíz, yuca, plátano, caña y trigo amazónico para alimentar  las especies menores y madera (que se consigue en los montes) con la que se construyen las azoteas que son “trojas” (camas) levantadas del suelo a un metro y medio, también se utilizan canoas viejas, palo podrido y  la tierra de hormiga - desechos de hormiga arriera depositados fuera de sus nidos - , como  sustrato para las azoteas o alterones

A estos espacios en la propuesta de faros agroecológicos se les ha hecho varias mejoras: se diseñaron “lombrisarios” para la producción de compost con el cual se abonan las plantas en la azoteas, los cuales se trabajan con los desechos de la cocina; para ellos se construyen las azoteas de dos pisos, en el primero se tiene la lombriz roja californiana y en el segundo las plantas medicinales y condimentarias o si la familia lo prefiere se hacen separados, eso depende de la disponibilidad de material para la construcción. A las plantas de las azoteas, cebolla, albahaca, cilantro cimarrón, pepinos, entre otros se les hace manejo de insectos plagas con productos orgánicos.

También se ha incrementado la cría de gallinas criollas, aunque algunas personas prefieren las purinas o mejoradas que se les mezcla comida de la zona. A estos especies se les construye sus galpones levantados sobre el suelo para evitar que la humedad les afecte la salud, también se dejan pastorear varias horas al día. Lo mismo se hace con los cerdos, a los que se les construye cocheras levantadas sobre el suelo o en piso dependiendo de la zona. De los faros se llevan registros de producción, técnicas de producción aplicadas, tecnologías tradicionales recuperadas, disponibilidad de especies animales y vegetales, entre otros, obsérvese el registro anexo.
 
“Antes no sabíamos lo que era un cultivo alineado, ahora sí, tenemos unos cultivos de arroz, de plátano y las terraza o azoteas en donde ya tenemos tomate, cebolla, además a las mujeres el programa les compra 7 gallinas, se les da semilla, para que siembren, cuando una persona va a hacer un galpón, el programa le entrega 30.000 pesos con el objetivo de comprar la comida para que todos los que vamos comamos. Por que eso es lo otro, todo se hace en grupo, en la minga de pato se llama eso, es una manera de ayudarnos y de estar cerca, de unirnos”
(Testimonio Bahía Cupica)

 

Especies vegetales cultivadas en azoteas y patios

 Característica

 Especies

 Condimento y alimento 

 Cebolla,col, orégano , cilantro , pepino

 Medicinales

  Toronjil,  hierbabuena,  altamisa,  limoncillo, Anamú, flor de muerto, jengibre, paico, descansel,  poleo, albahaca blanca,  albahaca negra, mastranto, singamochila

Fuente: registro de faros, archivos Swissaid 2006

 

Dentro de los impactos de  los faros se destacan:

• La recuperación del cultivo de arroz. En el Pacífico se estaba consumiendo el arroz traído desde el Tolima y eso hizo que se perdieran gran parte de las semillas que tenían las comunidades. A partir de las reservas de semillas de arroz de los agricultores del Valle (Bahía Solano) y de Jurubirá (Nuquí) se pudo restablecer el cultivo de este importante cereal en Cajambre.

• La introducción de plantas con usos muy promisorios como el trigo maíz o trigo amazónico, que ha reportado beneficios y no altera otras plantas y cultivos de la región.

• La recuperación de gallinas y cerdos criollos. Fue necesario por ejemplo, que las comunidades de Nuquí entraran a la región del Baudó a conseguir nuevamente el cerdo criollo.

• Nuevas tecnologías son utilizadas por las comunidades y representan beneficios evidentes: aprender a secar las vísceras y la salmuera del pescado para alimentar las aves, mejorar las azoteas, sacar el aceite de la palma milpesos, hacer distintos tipos de canoas, aprender a aprovechar los frutos de las palmas milpesos sin destruirlos, investigar con productos biológicos para no seguir fumigando el chontaduro, el procesamiento de productos de la finca y patios, el pollo y el pescado (embutidos y ahumados), los vinos de Borojó, piña, coronillo, las mermeladas de frutas, las pomadas, cremas, champús a partir de las plantas de las azoteas.

• Los faros son una propuesta que se entiende de manera directa y fluida con la institucionalidad de los consejos comunitarios, es decir, respeta la organización y la fortalece.

• Es una manera de trabajar de manera colectiva, de aprender y enseñar entre todos.

• Algunas escuelas y colegios han incluido en sus currículos los faros agroecológicos y las lecciones aprendidas (8). 

 

Las dificultades y recomendaciones:

• El contexto externo generalmente ejerce mayor influencia  en la vida de la comunidad que la dinámica propia local, es decir la “pesca blanca” en el Pacifico norte y el narcotráfico en el Pacífico sur han dificultado la siembra de cultivos y por ende la continuidad de los faros agroecológicos, situación que los pone en riesgo de crisis alimentaria a las comunidades frente a un desabastecimiento alimentario (en caso de que no llegue el barco desde Buenaventura como viene sucediendo en los últimos meses  en Bahía Cupica).

• El fuerte invierno ha afectado los faros debido a la subida del nivel de los ríos y la consecuente inundación de más de quince días que han terminado asfixiando el plátano y otras musáceas, además de la yuca, achín y la caña,  principalmente en los Ríos San Juan y Anchicayá en consejos comunitarios de Cabecera, Cuellar, Malaguita y Llano Bajo.

• El cambio cultural afecta la apropiación de la propuesta principalmente por hombres y mujeres jóvenes, quienes no se han involucrado lo suficiente en el proceso. Solo se cuenta con jóvenes trabajando faros agroecológicos  en Llano Bajo y Cajambre, en las demás comunidades la visión del mundo de afuera como algo mejor que lo propio, impide que los jóvenes quieran seguir en sus comunidades.

• La transitoriedad de las especies cultivadas. Los faros se han implementado con especies perennes y semipermanentes lo que implica que cada año es necesario sembrar los cultivos nuevamente, para mantener “activos” los faros;  razón por la cual es tan importante incrementar las siembras de frutales y forestales que les den  a los faros un carácter de mayor durabilidad tanto en el tiempo como en el espacio.

• El subsidio inicial que se les dio a algunas de las comunidades que implementaron los faros, a través de apoyos económicos para la compra de alimentos para las mingas productivas (trabajo colectivo de varias familias para la tumba de monte y siembra de cultivos) generó una actitud de dependencia por este recurso;  posterior a este apoyo ya no se quiere seguir sembrado y cultivando sin el subsidio.   

“Esa es la seguridad alimentaria que tenemos, nos da pa' sembrar la yuca, el plátano, el banano, la hortaliza, si no hay la comida como vive uno!, porque usted teniendo la yuca, el plátano, el arroz y el pescadito que lo coge uno, no se va lejos, pero si no hay el plátano y no hay la yuca, no hay el arroz, estamos generando violencia con estos muchachos jóvenes que tenemos, porque cuando usted tiene hambre, piensa todo lo malo, cuando esta comido si queda lleno se acuesta a dormir, no piensa mal, entones eso es lo que nosotros queremos también, mostrar otras cosas, motivar a los jóvenes a seguir en su tierra y a no vincularse a la guerra”
     (Testimonio Bahía Cupica).

 


[1] Astrid Álvarez adaptó el artículo a partir de documentos elaborados por  Justino  González promotor de Faros agroecológicos, Programa Pacífico- Swissaid. 

[2] ZAMBRANO, Pantoja Fabio, El Pacífico Colombiano Diverso y Plural”, Colombia país de regiones, CINEP. dic., 1993,

[3]www.comunidad.org.bo/archivos/temas_categorias_documentos/multiculturalismo_en_colombia.doc AGUDELO, Carlos Efrén, Multiculturalismo en Colombia: Política, inclusión y exclusión de poblaciones negras,   2002

[4] Lanchas cargadas de cocaína en el Sur de país, son hundidas en el mar por el proceso de interdicción, el cargamento  posteriormente es arrastrado por las corrientes marinas hacia el norte del Pacifico, los cuales son recogidos por los pescadores tradicionales quienes los venden en las cabeceras municipales a los mismos narcotraficantes; a esto se le denomina pesca blanca.

[5] ARENAS M. Luis Emilio. Desde las profundidades de los faros: ajuste agroecológico en condiciones de la selva pluvial tropical provincia del chocó biogeográfico, Bogotá, 2001

[6] STIENEN, Ángela y Sequeda Carlos Reyes.  Evaluación externa del programa ‘territorio, derechos colectivos y gestión local en el bosque húmedo del litoral pacífico colombiano’-tdg/swissaid, Bogota 2004 p 16

[7] Asociación de consejos comunitarios general los Riscales del golfo de Tribugá. Plan de ordenación y manejo forestal de los territorios colectivos del consejo comunitario Los Riscales. Chocó, 2007, p 9

[8] CASTRILLÓN Fernando y González Justino. LOS FAROS AGROECOLÓGICOS, Programa Territorio, Derechos colectivos y Gestión local del litoral Pacífico colombiano Fundación Suiza de cooperación al desarrollo – SWISSAID, Colombia, Bogotá, 2005

 

Bibliografía

-ARENAS M. Luis Emilio. Desde las profundidades de los faros: ajuste agroecológico en condiciones de la selva pluvial tropical provincia del chocó biogeográfico, Bogotá, 2001
- Plan de ordenación y manejo forestal de los territorios colectivos del consejo comunitario Los Riscales Asociación de consejos comunitarios general los Riscales del golfo de Tribugá. Chocó, 2007, p 9
-CASTRILLÓN, Fernando y Justino González LOS FAROS AGROECOLÓGICOS. Programa Territorio, Derechos colectivos y Gestión local del litoral Pacífico colombiano Fundación Suiza de cooperación al desarrollo – SWISSAID, Colombia, Bogotá, 2005
-ZAMBRANO, Pantoja Fabio, El Pacífico Colombiano Diverso y Plural”, Colombia país de regiones, CINEP. dic., 1993,
-STIENEN, Ángela y Carlos Reyes Sequeda.  Evaluación externa del programa ‘territorio, derechos colectivos y gestión local en el bosque húmedo del litoral pacífico colombiano’-tdg/swissaid, Bogota 2004 p 16


Fuentes no convencionales:
www.comunidad.org.bo/archivos/temas_categorias_documentos/multiculturalismo_en_colombia.doc AGUDELO, Carlos Efrén, Multiculturalismo en Colombia: Política, inclusión y exclusión de poblaciones negras,   2002

Publicado en Mayo 22 de 2009| Compartir
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