CORPORACIÓN

GRUPO
SEMILLAS


COLOMBIA

Publicaciones

Revista Semillas

Gráfica alusiva a 42/43

Edición
42/43

Revista Semillas

Suscribase por $45.000 a la revista Semillas y reciba cuatro números, dos por año

Equipo Editorial

Comité coordinador
Germán A. Vélez
Hans Peter Wiederkehr
Astrid Álvarez
Margarita Flórez
Fernando Castrillón
Lina Patricia Forero Martínez
Director:
Germán Alonso Vélez
Editora:
Lina Patricia Forero Martínez
Fotografías:
Asociación La Judía
Censat-Agua Viva
Dachi Drua
David Meléndez
Fedeagromisbol
GRUFIDES
Grupo Semillas
Indepaz
José Lascano
Luis Javier Caicedo
Néstor Ocampo
Renzo García
Richard Palomino
Sandra Luz Perea
Sebastián Rotters.
Publicación auspiciada por Swissaid

Experiencias Locales

Se agrava situación de Marmato

Luis Javier Caicedo, Enero 24 de 2011, Este artículo ha sido consultado 686 veces

El antiguo pueblo de Marmato, municipio del Occidente del Departamento de Caldas, afronta desde hace cinco años la angustia de tener plazo perentorio para su extinción física y cultural, luego que hace cinco años el gobierno nacional negociara con compañías multinacionales canadienses la explotación a cielo abierto de la montaña donde esta población tiene su asiento desde hace 475 años, en un macroproyecto que se propone extraer en veinte años de explotación 5.3 millones de onzas de oro (150 toneladas) que se calcula preliminarmente guarda la montaña en su interior.

Marmato es un municipio minero, con una población de 9.164 habitantes (3.429 en la cabecera y 5.735 en la zona rural, en datos de 2008, sitio Web del municipio); de los cuales el 56.5% corresponde a población negra y el 16.7% a población indígena (Censo DANE, 2005), conformando un territorio multiétnico. Pero también es un pueblo de gran valor patrimonial, propuesto en 1982 para ser monumento nacional, porque Marmato ha sido hábitat de culturas ancestrales, testigo de su exterminio, tierra de esclavitud, proveedor de rentas del imperio español, prenda de garantía de la guerra de independencia, escenario de las guerras civiles. El pueblo posee un acervo importante de edificios arquitectónicamente valiosos; y su conformación urbanística es única, lo que le da el nombre de “Pesebre de oro de Colombia”.

La montaña de Marmato se divide en dos zonas: la parte alta, llamada cerro El Burro, que alberga el casco urbano y donde se concentra la actividad minera, con 117 minas legales y 120 minas pendientes de su legalización, zona que fue reservada en 1954 para pequeña minería; y la parte baja, destinada para mediana minería, zona que venía siendo explotada por la compañía colombiana Mineros Nacionales, con 400 trabajadores.

El macroproyecto aurífero fue anunciado en diciembre de 2005 en Medellín por Ian Park, presidente de la Compañía Minera de Caldas, filial de la compañía Colombia Goldfields, con sede en Toronto, Canadá, en presencia y con el aval de Fabio Valencia Cossio, entonces Alto Consejero Presidencial para la Competitividad y luego Ministro del Interior y de Justicia, y Julián Villarruel, director de Ingeominas, dependencia del Ministerio de Minas y Energía. Desde su presentación se anunció que la envergadura del macroproyecto requiere demoler el pueblo actual y trasladarlo para otra parte, ya que implica mover entre 30.000 y 60.000 toneladas diarias de tierra, para producir 250.000 onzas de oro al año.

De hecho, hace años el gobierno impulsa el traslado del casco urbano hacia el sector de El Llano, magnificando factores de riesgo de la montaña para generar pánico en la población; pero el nuevo sitio es absolutamente inadecuado, porque, aparte de que también es escenario de operación minera, es demasiado estrecho para albergar a 3.429 personas en condiciones dignas y por su cercanía a la montaña está destinado a sufrir todos los impactos de la explotación.

A partir de 2005 Goldfields se hizo a la propiedad de 95 de las 117 minas legales, minas que fue cerrando al ritmo de su adquisición, a la vez que destruyó los molinos donde se trituraba el material, generando un desempleo y una crisis social nunca visto en Marmato. Para finales de 2009, la compañía entró en iliquidez, abandonando la región, dejando tras sí 200 desempleados y deudas con los trabajadores y comerciantes, pero habiendo confirmado las reservas de oro calculadas y 700.000 onzas más, además de haber detectado otra reserva minera de 16 millones de onzas en el vecino municipio de Caramanta (Antioquia).

Con este poderoso incentivo llegó una nueva compañía multinacional canadiense, Medoro Resources Ltd., que no sólo compró las minas que tenía la Goldfields en la parte alta de la montaña, y también la que explotaba Mineros Nacionales en la parte baja, añadiendo además la compra de la mina del sector Echandía, vereda al norte de la montaña, en dirección a Caramanta. El presidente de Medoro para Colombia, Juan Manuel Peláez, le dijo al periódico La Patria de Manizales en diciembre de 2009: “Buscamos probar reservas para hacer explotación a gran escala, y para eso necesitamos el pueblo”. En otra entrevista expresó: “Tenemos los 30 millones de dólares que cuesta el plan exploratorio y los 20 millones de dólares que costaría el reasentamiento. Una crisis económica mundial no nos afectaría porque esa plata está lista” (La Patria, 26 de mayo de 2010). Y ante la pregunta: ¿Qué decir sobre el patrimonio histórico de Marmato?, contestó: “Estamos comprometidos a preservarlo, si no en el mismo sitio por la inestabilidad geológica o porque el proyecto minero lo compromete, que sea transferido en el reasentamiento, acompañado de un tema histórico y cultural ambientado en un museo y en una casa de la cultura” (Ídem).

Pese a que el impacto del macroproyecto destruirá el casco urbano forjado en 475 años de historia; a que se conoce el devastador efecto de la minería a cielo abierto; a que en 20 años se agotará un recurso que podría beneficiar a muchas generaciones más. Y aunque la comunidad será obligada a cambiar la minería por la agricultura, en ningún momento ha habido Consulta Previa del proyecto a las comunidades negras e indígenas que pueblan mayoritariamente este municipio, como lo ordenan la Constitución Nacional, el Convenio 169 de la OIT y las Leyes 70 y 90 de 1993, aduciendo tanto el gobierno como la compañía, que dicha consulta no opera porque el proyecto sólo está en fase exploratoria y porque el cerro El Burro lleva 500 años en explotación, y que en particular no opera para los indígenas porque estos no tienen resguardo titulado ni poseen títulos mineros en la zona del proyecto.

Para hacer frente a la situación, desde enero de 2007 la población marmateña, pese a las debilidades organizativas propias de las zonas mineras, se ha unido en torno del Comité cívico pro defensa de Marmato y al consejo regional indígena de Caldas (CRIDEC), bajo los objetivos de impedir la desintegración étnica, cultural, social y económica de Marmato, y oponerse al traslado del pueblo y rechazar la explotación a cielo abierto de la montaña, para lo cual han llevado la vocería ante los distintos niveles de gobierno, denunciado el atropello y buscado solidaridad nacional e internacional.

Mientras tanto, el pasado 27 de julio, la compañía Medoro comenzó a entrar con maquinaria pesada a la vereda Echandía, obligando a 220 mineros a realizar un paro para impedir el ingreso de la maquinaria a sus posesiones.

La compañía Medoro: Medoro Resources es una compañía de exploración de oro y la adquisición de minas bajo joint ventures con productores senior. Medoro controla un 100% de los intereses de la mina “Lo Incredible 4A y 4B” localizada en El Callao, área del estado de Bolívar, en Venezuela y tiene intereses en 11 áreas auríferas en la República de Malí. Entre los propietarios y directivos de Medoro se encuentran ejecutivos Pacific Rubiales Energy Corp., concesionaria del campo petrolero más grande de Colombia, fusión de una compañía canadiense y otra de copropiedad de Germán Efromovich, el dueño de Avianca (2).

Las adquisiciones:
• 6 de octubre de 2009: Medoro compra Mineros Nacionales S.A., filial de la firma antioqueña Mineros S.A. (del Grupo Colpatria), que explota la parte baja de Marmato. Costo: US$35 millones.
• 30 de octubre de 2009: Medoro adquiere el control de Colombia Goldfields, que posee 95 de las 117 minas legales que existen en la parte alta de Marmato.
• 31 diciembre 2009: Medoro adquiere la compañía Colombia Gold PLC, propietaria de la mina de Echandía, vereda aledaña al Cerro de Marmato, en dirección a Caramanta. Costo: US$18,7 millones.
• 19 de julio de 2010: Medoro compra la Forntino Gold Mines (Antioquia). Costo: US $ 200 millones (3). La inversión total: US$95,3 millones, cerca de $276.000 millones para invertir en la zona de Marmato. El dinero, neto de comisiones y gastos se usará para pagar la exploración, la perforación, el repago de deuda y trabajos comunitarios para la zona (4).

____________________________________________
1 Asesor del Proyecto Dachi Drua: (CRIDEC), CRIR, ORIQUIN, Unión Europea y Hifswerk Austria). Correo electrónico: subdito200no@ yahoo.com
2 Tomado de: http://www.primerapagina.com.co/MostrarDocumentoPublico.aspx?id=1219050
3 Tomado de: http://www.acolgen.org.co/article.php?sid=1962&PHPSESSID=98419ae8d764f1823e91182b2e36a391
4 Tomado de: http://revistaminera.wordpress.com/2009/11/05/medoro-invierte-953-millones-de-dolares-en-minas-de-oro-en-co-lombia/

Publicado en Enero 24 de 2011| Compartir
compartir en facebook compartir en facebook

Recomiende este contenido

Los campos marcados con (*) son obligatorios






Do not fill, please:

Grupo Semillas

Calle 28A No. 15-31 Oficina 302 Bogotá Teléfono: (57)(1) 7035387 Bogotá, Colombia. semillas@semillas.org.co
Sitio web desarrollado por Colnodo bajo autorización del Grupo Semillas
MAPA DEL SITIO | CONTACTENOS

Apoyo al rediseño del sitio web:

Imagen alusiva al logo Fundación Heinrich Böll